Habitualmente trabajo con dos pantallas, en una tengo la imagen con la que estoy trabajando y en la otra las miniaturas o menús en función del programa que tenga abierto, cuando ponía una imagen entre una pantalla y otra la diferencia entre las dos mitades era enorme en cuanto a reproducción de los colores y apreciables en luminosidad, por lo que continuamente estaba haciendo ajustes, tanto en las pantallas como en las curvas de la tarjeta gráfica, pero nunca he conseguido unos resultados correctos.