Al vivir en las afueras procuro organizarme para aprovechar el tiempo cuando voy a Málaga, por lo que no suelo organizar nada más en ese día, ayer era uno de esos días y como terminé pronto me fui a dar una vuelta por uno de los paseos marítimos de la ciudad, aprovechando tambien par probar un nuevo objetivo «todoterreno» que he comprado, en concreto en un Tamron 28-300, no espero mucha calidad de el, tampoco es muy luminoso, pero creo que es una buena opción para llevarlo en el día a día sin tener que cargar con varios objetivos bastante más pesados, he preparado una pequeña bolsa con la D700, el objetivo en cuestión y el flash SB600, más un par de tarjetas, la batería de repuesto y el cable disparador, además en el coche siempre está el tripode antiguo, con lo que creo que tengo más que cubierta cualquier foto que quiera hacer.
Una vez he llegado a mi casa he visto las fotos que tomé, muchas son de pruebas, con gran angular, tele y distintas aperturas para ver como se comporta y la verdad es que me ha sorprendido gratamente, tienes que ampliar al 100% y solo así y en algunas de las fotos se notan fallos en las esquinas de la imagen, principalmente un poco de falta de nitidez a 28mm, pero para el uso que le voy a dar nada preocupante.
Estas son un par de fotos de ese día de pruebas, tecnicamente no son las mejores pero son las que me dicen algo y que tomé no por las pruebas sino por la situación.
Una patinadora pasó junto a mi y al alejarse vi la sombra, rapidamente encuadré como pude y disparé.

Al haber finalizado el verano la playa estaba muy tranquila y con poca gente.
